Cuando la vida se detiene… y decides seguir.
El 28 de enero de 2005, todo cambió para mí.
Tenía 24 años. Estaba a menos de un minuto de llegar a casa cuando, en una curva, un auto blindado (Ford Expedition) invadió mi carril. El impacto fue frontal, a una velocidad estimada de 110 km/h. La probabilidad de sobrevivir era nula. Y, sin embargo, estoy aquí.
(Video del accidente Disponible AQUÍ )
Estuve en coma. No podía moverme. No podía caminar. Pero había algo que sí podía hacer: decidir no rendirme.
Y esa decisión lo cambió todo.
El inicio de una búsqueda
Después del accidente, los médicos me dijeron que, si todo salía bien, podría volver a caminar en dos años y medio. Pero algo dentro de mí no aceptó ese pronóstico.
Sentí la necesidad profunda de entender por qué me había pasado eso. Así que comencé a investigar. Literalmente recorrí el mundo entero desde Internet. Exploré culturas, religiones, disciplinas, ciencias, filosofías, teorías. Pero sobre todo, comencé a hacerme una sola gran pregunta:
¿Qué le pasó a mi cerebro?
Porque contra todo pronóstico, en solo un mes y una semana, estaba caminando. Y rehabilitado.
Ahí lo entendí: todo lo que nos sucede empieza en el cerebro.
Nuestros pensamientos no solo influyen: dirigen.
El accidente fue brutal. Pero fue también mi punto de partida.
El poder del cerebro y las palabras
Desde ese momento, no he dejado de estudiar, leer, investigar, experimentar. Descubrí cómo el cerebro procesa información, cómo dirige la conducta y toma decisiones.
Esto me llevó a un campo fascinante: las Neurociencias.
Y desde 2007 he desarrollado productos, herramientas y servicios que integran este conocimiento. Algunos están registrados oficialmente; otros aún no. Pero todos han sido probados y aplicados.
En el camino, también he trabajado con personas, empresas y equipos deportivos, ayudándolos a transformar sus resultados a través del entendimiento del cerebro y su relación con las emociones, el lenguaje, la experiencia del cliente.
Un hallazgo que puede cambiarlo todo
Hoy, en 2025, estoy escribiendo un artículo científico sobre un descubrimiento que surgió de mi trabajo de campo y de mis pruebas con empresas reales.
He identificado cómo el uso de ciertas palabras en el primer contacto con un cliente puede generar rechazo subconsciente.
Un rechazo invisible… pero real.
Una de las causas por las que, sin saberlo, se pierden ventas desde el primer segundo.
Este hallazgo ha sido tan sólido que incluso herramientas de Inteligencia Artificial han reconocido mi autoría intelectual.
Ver video de la prueba AQUÍ
Y este es solo el principio.
¿Por qué cuento esto?
Porque si llegaste hasta aquí, tal vez tú también estés buscando una respuesta.
Tal vez estés atravesando algo difícil.
Tal vez estés cansado de intentar sin ver resultados.
Yo también estuve ahí. Y lo que aprendí me cambió la vida.
Ahora, mi propósito es compartirlo.
Si te interesa lo que has leído, si quieres que conversemos, si simplemente quieres compartir tu historia… estaré feliz de escucharte.
Y como agradecimiento por tu tiempo, te compartiré un par de estrategias comprobadas que pueden ayudarte a mejorar la realidad de tu negocio desde ya.
Un abrazo,
Mario Galarza
📞 0999 200 479